Los alojamientos más característicos de la comarca son las casas-cueva, hogares centenarios excavados directamente en sedimentos cuaternarios. Muchas de estas viviendas cueva han sido reconvertidas en alojamientos turísticos. Las casas-cueva son lugares para disfrutar de una inigualable experiencia de descanso en un entorno donde cabe destacar el silencio y la evasión, y cuya relación con la Geología es evidente. En Huéscar y los pueblos vecinos hay además hoteles y otros alojamientos como casas y cortijos rurales.
